México, comidas en Ciudad de México, San Miguel de Allende y Yucatán.
Mi descripción en tres palabras para éste bello país sería algo así como: Colorido – Delicioso y Ancestral. Viajé a México para fin de año, acompañada por una amiga y otros al encuentro. Una inmensa ciudad, súper poblada con 25 millones de habitantes se divisa desde el avión…aterrizamos.
Mi primer día en Ciudad de México:
Coyoacán, mi primer comida de calle, espectacular: unas Gorditas de chicharrón y queso en el puesto llamado Q´Kekas. Luego de un café en el famoso establecimiento Café El Jarocho. Lastimosamente no pude entrar al Museo de Frida Kahlo, me conformé con pasearme por su barrio y recordar su dura historia de valentía y arte, aunado a no resistirme de los souvenirs con sus frases.
De noche nos encontramos con amigos quienes nos llevaron a tomar Mezcal, licor del agave que acompañé con naranja, sal y chile. Me gustó muchísimo esa mezcla. En el Antiguo Palacio de Coyoacán comí chapulines con guacamole. A decir verdad, no son tan feos, es más, son ricos, crujientes y saludables!
AL día siguiente fuimos a pasear por La Condesa y La Roma. La noche terminó en una deliciosa taquería a las 2 am, cuyo nombre no recuerdo, cerca de la Glorieta de la Cibeles. Conocimos el Zócalo, si quieren ver multitudes vayan un 28 de diciembre al Zócalo. Seguidamente caminamos desde La Casa de los Azulejos (un palacio de mosaicos del siglo XIII) hasta el paseo de la Reforma, probamos los ¨ Esquites ¨ en la calle. Una de mis recetas favoritas: Maíz con queso en polvo, chile y limón.
En un mercado de productos autóctonos probé el Pulque: ¨la bebida de los Dioses¨, ésta bebida fermentada proviene del fruto del maguey. Fue en Polanco que nos hospedamos. Un barrio exclusivo, lleno de restaurantes y lugares muy ¨chic¨.
Uno de ellos: BEC, mi plato: Pulpo a las Brasas, acompañado de una amplia carta de vinos separados por país y región.
Otro buen ¨spot¨: Blend Station; cafetería bonita y tranquila, espacios cómodos para trabajar y degustar un buen café nitrogenado.
En el Mercado de Roma Norte, encontramos varias propuestas de ¨Street Food¨. Mi plato; el que me hizo describir México y su sabiduría culinaria fue: Tlayuda con Huitlacoche (Oaxaca), con frijoles y chile.
Las Tlayudas son tortillas de maíz azul muy finas y crujientes y el Huitlacoche es un hongo muy sabroso que se encuentra en el maíz, realmente un plato delicioso, pude sobrellevar el chile con una horchata de melón muy refrescante.
Nuestra despedida fue en Porfirios, un famoso restaurante. Me gustó mucho la manera en que servían la cosas, por ejemplo los churros venían en un mini carrito para la mesa, las obleas venían en una estructura con pines como para pegar fotografías, los esquites en vasitos y otros de esos detalles que me cautivan.
Luego para los días de año nuevo, tomamos el bus a San Miguel de Allende, desde el la estación Norte; tardamos 4 horas en un bus muy confortable. Al llegar ahí quedé fascinada por sus coloridas tapias, sus hermosos celajes y una iglesia gótica imponente frente a una plaza de aires románticos. Quería tener una colección de todos esos trabajos en cobre, pewter, aluminio, plata, bisutería y otro tanto arte autóctono que veía en cada calle de éste pueblo.
Visitamos La Gruta, un lugar a 1 hora en bus de San Miguel de Allende, se trata de aguas termales en una cueva de piedra blanca. Para fin de año, hubo una gran fiesta alrededor de la plaza. El primer día del año el pueblo dormía, caminaba entre las calles cuando apareció un pequeño restaurante. En medio de un jardín se encontraba la cocina dónde me enseñaron a hacer Mole. Ahí comí pollo al Mole y Chilasquiles con salsa verde y roja. En San Miguel de Allende también visitamos un Mercado Gourmet muy fino y con mucha variedad de productos.
En éste pueblo encantador son famosas las terrazas para ver el atardecer, es por eso que fuimos a La Posadita. La Margarita de tamarindo estaba exquisita, y aunque la comida y el servicio no fueron lo mejor, pude probar los ricos Nopales. Existe entre las calles una panadería con más de 100 años, al lado de un lugar que vendían ¨pedos de monja¨. No sabía que éste podía ser un producto en venta!…los reto a adivinar qué son… Luego de San Miguel de Allende, tomamos un taxi a León para Viajar al otro lado del país.
La península de Yucatán. Aterrizamos en Mérida donde pasamos 3 días en el Hostel La Ermita. Mérida me hizo sentir que me devolvía 100 años atrás. Entre sus casas viejas, sus pequeñas calles enumeradas, el sol incandescente, las pulperías y sus tapias gastadas.
Fue en la plazoleta principal donde un grupo de excelentes músicos acompañaban el baile folclórico de Yucatán, interpretado por muchachos en pantalón y muchachas que usaban hermosos vestidos y flores en el pelo. Mientras me deleitaban sus bailes, me comí una deliciosa paleta de: helado de mamey. A replicar!, estaba exquisita!
Al día siguiente tomamos la carroza hacia el Mercado 60. Entre luces de feria, mesas amplias de madera, música en vivo y puestos de comida local degusté el famoso plato de la península: Cochinita Pibil: es cerdo mechado marinado con achiote y cocinado a fuego lento por muchas horas, entre hojas de plátano, piedras y leña.
De camino al hostel, descubrí las Marquesitas: crepas crujientes de nutella y queso, muy famosas en Yucatán. Partimos de Mérida hacia Tulum y de paso conocimos Chichen Itzá. Una pirámide imponente y ruinas que cuentan la historia de un pueblo Maya de la época precolombina.
Tulum! qué lugar, qué paraíso, qué bien se pasa! Un mar cristalino y la arena blanca del Caribe, en medio de hoteles con una arquitectura de paja y madera en casi toda la zona.
Mi recomendación para pasarla bien y comer delicioso es: Nomade, restaurante que forma parte de mi ¨top 5¨ de ¨mejores comidas de mi vida¨. Agradecí mucho que el chef me haya explicado la deliciosa receta del tartar de salmón con chile morrón y maracuyá, el pescado a la leña más jugoso que he probado y unos vegetales a la parrilla, espectaculares. Sin palabras.
Otro lugar muy rico para Brunch en Tulum se llama: Tunich. Mi plato: Un burrito ranchero. Una buseta nos llevo de Tulum a Playa del Carmen, famosa por su fiesta! Sin embargo me quedo con Tulum!
Esto fue una pincelada de mi experiencia culinaria en México. Es apenas una de las varias que quiero vivir en éste país tan colorido, acogedor y delicioso.
¨ La Tierra es para quien la trabaja¨ Emiliano Zapata
¨ Hay que llenar el planeta de violines y guitarras, en lugar de tanta metralla¨ Chavela Vargas
¨ Donde no puedas amar…no te demores¨ Frida Kahlo
¨Viva México Cabrones¨